Breve historia de la Comarca de Osona
La comarca de Osona, donde se encuentra la Torre de Codinac, es rica en historia, batallas y fascinantes leyendas. Uno de los acontecimientos más relevantes es la Revuelta de Aissó en el año 826, que enfrentó al Condado de Osona con el Reino Franco. Puedes visitar las ruinas de la Esquerda, en Roda de Ter, en una de nuestras actividades recomendadas.
Más adelante, Osona fue escenario de la Batalla de Vic en 1810, durante las guerras napoleónicas, y de la Batalla de Alpens en 1873, en el marco de las guerras carlistas. También sufrió los bombardeos de Vic durante la Guerra Civil Española en 1938.
Además de las batallas, Osona está llena de leyendas.
- La Serpiente de Manlleu, una criatura mitológica del río Ter, fue derrotada por un valiente y ahora es celebrada con un correfoc anual y que podrás ver en nuestras actividades recomendadas.
- Las brujas de Savassona son otro elemento del folclore local, con rituales mágicos en sus misteriosas rocas, perfectas para visitar durante todo el año. Si te gusta la escalada o el senderismo, no te pierdas los planes que te recomendamos por Parque Natural de Savassona.
- La leyenda del Pescallunes, vinculada al pueblo vecino de Torelló, explica cómo unos vecinos intentaban «pescar la luna» de un pozo, confundiendo su reflejo con la realidad. Desde entonces, los habitantes son conocidos como los «Pescallunes», un nombre que simboliza su imaginación y su espíritu.
Historia de la Torre de Codinac
La Torre de Codinac está situada en San Pedro de Torelló, Osona, en un entorno natural privilegiado, rodeada de campos y bajo la sombra de las majestuosas montañas. Esta casa rural histórica, protegida como Bien Cultural de Interés Local, combina la tradición con las comodidades modernas.
Originalmente, la masía era un sitio de vida y trabajo para las familias que cultivaban la tierra. A principios del siglo XIX, después de cambios familiares, se construyó la torre con un estilo modernista, que se convirtió en la nueva residencia de los propietarios. Con dos plantas y un gran porche, la torre ofrece espectaculares vistas al jardín ya las montañas que lo rodean.
Hemos respetado la esencia del pasado en la reforma, manteniendo elementos originales como el suelo hidráulico y adecuando las instalaciones para garantizar la comodidad de nuestros huéspedes. Con un enfoque en el entorno limpio y saludable, hemos eliminado radiaciones y utiliza materiales sostenibles.
La Torre de Codinac es algo más que una casa rural; es un espacio en el que las familias pueden crear recuerdos y disfrutar de momentos juntos en un entorno tranquilo y acogedor. Aquí, la naturaleza y la historia se funden para ofrecer una experiencia única y nostálgica.